Como expertos en estructuras de hormigón en Zaragoza, hemos descubierto que muchos de nuestros clientes creen que el hormigón, el mortero y el cemento son términos sinónimos y que se trata del mismo producto utilizado en construcción. Y aunque no nos importa seguir explicando las diferencias, queremos que también quede constancia por escrito de que no son ni mucho menos lo mismo.

Comenzando por el hormigón, la especialidad de la empresa Estructuras Civiles Antonio Míguez, consiste en el conjunto de rocas y áridos que conforman un material de construcción muy utilizado por sus grandes cualidades mecánicas y químicas. Se une gracias a lo que se denomina en el argot como conglomerante, que suele ser una mezcla de agua y cemento, aunque también se le pueden añadir otros materiales para mejorar aún más su facilidad de moldeo y su excelente resistencia a la deformación, sus dos principales características.

Por su parte, el cemento se diferencia del material con que están hechas las estructuras de hormigón en Zaragoza en que es una mezcla de agregados como grava, arenas y roca con agua, que se caracteriza por una buena resistencia a las sustancias químicas y por una gran capacidad para soportar altas temperaturas, por lo que con una pequeña variación suele emplearse como base refractaria.

Por último, el mortero se forma precisamente por una base del anterior compuesto, el cemento, al que se le agregan otros aditivos como arena con agua para formar una pasta espesa, siendo en todo caso más difícil de resumir, pues existen diversas variedades como morteros de cal, de cemento, de aluminato de calcio o morteros bastardos, entre otros.